27 Cuando Ajab oyó estas palabras desgarró sus vestidos y se puso un
sayal sobre su carne, ayunó y se acostó con el sayal puesto; y caminaba a
paso lento.
28 Fue dirigida la palabra de Yahveh a Elías tesbita diciendo:
29 «¿Has visto cómo Ajab se ha humillado en mi presencia? Por
haberse humillado en mi presencia, no traeré el mal en vida suya; en vida de
su hijo traeré el mal sobre su casa.»